Me gustaría en esta ocasión hacer una reflexión sobre algunas “realidades” de nuestra sociedad, en concreto sobre la práctica deportiva, en edades de iniciación y por supuesto a cualquier edad. Como no quiero aburriros demasiado lo voy a dividir en dos partes. Aquí va la primera. Por supuesto espero vuestra críticas y desacuerdos.
En nuestra sociedad el deporte ha adquirido una gran importancia en el desarrollo, tanto físico como educativo, de nuestros niños y jóvenes; y no tan jóvenes. Y así debe ser, pero hemos de darle la trascendencia que realmente tiene, no sobrevalorando la práctica deportiva como si ésta, por sí sola, fuese la solución a los problemas que nuestra juventud, que nuestra sociedad tiene planteados.¿Puede el deporte evitar esto?. Por sí solo, no. Puede ayudar, pero el alejamiento de estas actividades lo va a dar fundamentalmente la educación que reciba en su familia, su capacidad para decir “NO”, su cultura y, en definitiva, su formación… CONTINUARÁ
El deporte no lo cura todo, la frase "dime con quién andas y te diré quién eres lo dice todo; el entornon es lo que puede llevar a que una buena persona se tuerza; la familia, la educación, el colegio, la sociedad, todo tiene mucho que ver, pero es que todos sabemos que en nuestras universidades se celebran macrobotellones a diestro y siniestro, y que esta todo bien visto, la familia lo acepta, la educación (la mala) Dios nos libre de impedir que vayan seriamos carcas, el colegio (en este caso Universidad) que cede sus terrenos para no ser carcas, y la sociedad que se la coge con papel de fumar. El no llamar a las cosas por su nombre nos lleva a esto.
ResponderEliminarUn saludo.
El crecimiento y el desarrollo como persona de los niños y jóvenes no es aleatorio, sino que está claramentese influenciado por los hábitos, costumbres y conductas de las personas y personajes que les rodean, así como de los valores que transmite la sociedad en la que viven.
ResponderEliminarLos niños continuamente se fijan en modelos de conducta que les rodean durante su etapa de crecimiento, y los que más triunfan hoy en día son aquellos en los que prima el éxito social, la fama y el dinero rápido. Y en el deporte es muy difícil que se conjuguen todos esos factores ya que el éxito, si se consigue, es a base de mucho sacrificio y esfuerzo. Por no hablar de los beneficios económicos que reporta, que no siempre están a la altura de los éxitos alcanzados, al menos aquí en España (¿cuántos deportistas de élite tienen que compaginar un trabajo con la práctica deportiva para poder subsistir?).
Son pocos los ejemplos de deportistas que hoy en día son modelo de referencia para niños y jóvenes: aparte de los futbolistas en general (que según mi parecer están sobrevalorados) podríamos citar a Gasol, Nadal, Fernando Alonso y pocos ejemplos más. Deportistas como Sergio Sánchez o Manolo Martínez (que cuentan en su haber nada menos que con un subcampeonato y un campeonato del mundo, respectivamente) seguramente sean una referencia para muchos niños leoneses al tratarse de héroes locales, pero también es probable que la inmensa mayoría de los niños y jóvenes que viven más allá de los límites de nuestra provincia no sepan ni quien son. Sin embargo, probablemente sepan perfectamente quien es Belén Esteban (con todos mis respetos hacia su persona y su forma de ganarse los cuartos) y se muestran admirados hacia todo lo que representa. Es triste, pero lamentablemente creo que es cierto.
Centrándome en el tema planteado en esta entrada, el hecho de que un joven PRACTIQUE deporte no es ninguna garantía de que no entre en contacto con el consumo de alcohol y otro tipo de drogas ya que, como bien dice Saturnino en el comentario anterior, todo esto "está bien visto y lo aceptamos". En la mayor parte de los casos, la "cultura del botellón" supera a los valores que transmite el deporte.
Sin embargo, aquel joven que SE ENGANCHE al deporte va a tener un gran camino andado en lo que se refiere a su formación como persona, y no solo por el hecho de tener una vida más saludable, sino porque el deporte tiene la capacidad de inculcar determinados valores de forma mucho más eficaz que la escuela o el seno familiar. Y es que la disciplina que exige una rutina de entrenamientos, las vivencias (positivas y negativas) compartidas con los compañeros, la ilusión y el sufrimiento por alcanzar una meta, las satisfacciones obtenidas al alcanzar el objetivo perseguido, ... todas éstas son vivencias que de alguna forma dejan huella y que contribuirán positivamente al desarrollo de la personalidad del niño.
Para concluir, y ampliando la respuesta a la pregunta que Talo hace en su reflexión ("¿Puede el deporte evitar esto?"), yo creo que el deporte sí puede contribuir de forma importante a evitar esto, pero para ello es necesario que el niño no se limite a practicar deporte, sino que realmente SE ENGANCHE AL DEPORTE.
Saludos.