Conforme se iba acercando la hora, 11:10, el ambiente aumentaba. El despliegue de medios era espectacular, pantallas gigantes música a toda "pastilla". Se fueron dando las salidas de distintas categorías de minusválidos, hasta que poco antes de las 11:00 la música atronadora indicaba que la hora había llegado, el ambiente increíble, la gente gritando y a las 11:00 salieron los del primer cajón, poco a poco avanzaban los distintos cajones hasta que a las 11:10 bajo una música atronadora que enardecía los ánimos salimos camino de San Sebastian, En la salida intenté buscar a Álvaro que estaba en nuestro cajón, pero entre 2000 persona fue imposible. Así Alberto y yo iniciamos las continuas subidas y bajadas, esto si que es un tobogán continuo, marcamos un ritmo entre 4:40 y 4:50, que nos permitiera hacer la carrera cómoda, si los corredores nos lo permitían, justo delante una caída que casi provoca un a montonera. cuando casi no habíamos empezado a sudar el primer avituallamiento, agua va, cruces empujones y mucha precaución. Casi sin darnos cuenta llegamos al "puerto" del km 7, largo y tendido, lo afrontamos con tranquilidad, regulando. Empezamos a ver las primeras "víctimas" muchos suben andando. en el frenesí nos colocamos en el 10 con un crono de 48:50. Bien, según lo previsto. El calor se alía con los toboganes y cada vez pasa más facturas, Alberto comienza a pagar el esfuerzo, no pasa nada, recuerdo las prioridaes, 1º llegar, hay que hacerlo como sea, aun a costa de la segunda, no andar. Bajamos el ritmo y poco a poco nos acercamos al 2º puerto, Miraflores creo que le llaman más corto pero más duro, echamos el "pie a tierra" y subimos andando, no importa hay que llegar, apenas nos quedan 2 km, los más fáciles la cantidad de gente animando es impresionante, te llevan en volandas, llegamos a la recta de meta, enorme, la cantidad de gente incontable, nos acercamos, el primer arco no es, no tiene reloj, ánimo que ya estamos, los pelos como escarpias, LLEGAMOS, el tiempo lo de menos. 1h.43´. nada más llegar encontramos a Álvaro, que llegaba. Nos metemos en la corriente que nos lleva de puesto en puesto, nos quitamos el chip, nos dan una medalla, avituallamiento líquido y sólido..., seguimos al guardarropa, vemos a las chicas, besos felicitaciones, foto.. a la plaza a cambiar de ropa, a encontrar a los compis la cervecita de rigor, y a esperar que lleguen todos para volver al hotel.
Comida, ducha y vuelta a León. Cansado pero muy satisfecho, comentando las impresiones, y las emociones que a raudales se agolpan en mi mente, y son tan difíciles de describir.
Si Dios me da salud, y nada lo impide, volveré, el año que viene
SALUD
NOS VEMOS CORRIENDO